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martes, septiembre 26, 2023

Jesús vino a darnos vida, y vida en abundancia



                                                                               

El ladrón viene solamente para robar, matar y destruir; pero yo he venido para que tengan vida, ya para que la tengan en abundancia. Juan 10:10


Jesús no vino a fundar una religión, vino a devolvernos la vida que Satanás junto con sus demonios nos había robado,  El Padre decidió dar vida al ser humano para desbordar su amor, su bondad y todo lo sublime que emana de Él. Se sintió satisfecho al crear la tierra, la naturaleza y los animales, su obra perfecta;  pero su obra maestra fue la creación del hombre y la mujer,     con    los que tendría una comunión íntima para revelar los  maravillosos planes y propósitos que tenía par a la humanidad. Hizo un planeta maravilloso, donde se podía convivir en armonía, amor y respeto,     

Satanás, al ser una creación  perfecta de Dios,  quiso ser igual que Él.  Se llenó de orgullo y  se rebeló en contra del Señor, por esa  razón  fue  expulsado del cielo al abismo, a un lugar oscuro, donde habita junto con  los ángeles que se pusieron de su lado, los cuales son los demonios que  envía a destruir al ser humano a causa del odio desmedido a Dios. Se ha ensañado con lo más preciado para el Señor, que es el ser humano, 

Lucifer como también se le llama, no es omnipotente , omnipresente, ni omnisciente como lo es Dios, no es todopoderoso, no puede estar en todo lugar, ni conocer nuestros pensamientos, pero sí puede influir en nuestra alma, siendo nuestra mente el campo de batalla donde los demonios envían sus dardos  para engañarnos y manipularnos,

El Padre en su gran amor dio libre albedrío al hombre, no nos hizo esclavos, nos hizo libres porque el  amor es libertad, Él desea que nuestro amor sea puro y sincero, Pero la triste realidad es que el hombre falló, se dejó seducir por el enemigo, haciendo que la humanidad cayera en pecado.  Al infringir las leyes establecidas por Dios para que hubiera orden, bendición y una perfecta relación con Él, automáticamente todo cayó.

La humanidad desde entonces vive en un mundo caído, controlado por Satanás y los demonios, donde el enemigo estableció un reino donde hay principados, potestades, gobernadores de maldad, que son los que controlan al mundo entero. Ha controlado y está controlando todos los sectores donde se mueve el ser humano, desde los niveles más bajos hasta las esferas  más altas, se ha disfrazado de muchas maneras, muchas veces como ángel de luz, y otras como lo que realmente es, ha sometiendo los corazones llenos de ambiciones desmedidas y egoístas para usarlos con el fin destruir, robar y matar. 

Ha formado falsas religiones, políticas absurdas para destruir las naciones, ha enviado espíritus para atormentar el cuerpo del hombre y la mujer con el único fin de destruir el perfecto diseño de Dios. Tiene diferentes maneras de manejar a los que le han dado la espalda al Señor, algunas de ellas son con todo tipo de  brujerías y hechicerías, envidias, pactos, sociedades satánicas de alto nivel que son los que gobiernan este mundo, ha tocado la niñez que es lo más puro, usando a personas malvadas a satisfacer sus pasiones más pervertidas y otros actos despreciables que son interminables con el fin de  llevar las almas al infierno, muchos creen que lo que el padre de la mentira les da es para siempre, pero no es así, lo que él  da se lo cobra. Es lamentable el final de las personas que le han dado la espalda al Padre y no obedecen sus mandato, el final  que le espera es una vida eterna en el infierno por haber optado por la maldad,

“ Y ahora, hermanos, busquen su fuerza en el Señor, en su poder irresistible. Protéjanse con toda la armadura que Dios les ha dado, para que puedan estar firmes contra los engaños del diablo. Porque no estamos luchando contra poderes humanos, sino contra malignas fuerzas espirituales del cielo, las cuales tienen mando, autoridad y dominio sobre el mundo de las tinieblas que nos rodea. Por eso tomen toda la armadura que Dios les ha dado, para que puedan resistir en el día malo, y después de haberse preparado bien mantenerse firmes.  (Efesios 6:10.13)

Pero el Padre en su gran amor y misericordia permitió que la humanidad siguiera en este mundo a pesar de la desobediencia, y desde el principio hasta este momento que nos encontramos nos ha dado la oportunidad de volvernos a Él. Pudo  desaparecer  de un plumazo este mundo, pero nos ama tanto que en su infinita bondad y misericordia envió a su Hijo amado para expiación de nuestros pecados, pues por nuestra naturaleza pecaminosa siempre vamos a fallar, y al fallar le damos derecho legal a Satanás para que los demonios entren por las puertas que abrimos al estar en desobediencia. No es por nuestros méritos que somos salvos y bendecidos, pues nadie este mundo puede salvarse por si mismo, sino por lo que Jesús hizo por nosotros, no son nuestras obras las que tocan el corazón del Padre, sino nuestro arrepentimiento, obediencia y amor a su Hijo amado, nuestro Señor y Salvador. Satanás ya no tiene ningún poder sobre los hijos de Dios.

“ Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su Hijo único, para que todo aquel que cree en Él, no muera, sino que tenga vida eterna” (Juan 3:16)

Jesús venció la muerte, vino para salvarnos y llevarnos a la vida eterna, pero también estableció su reino en los corazones de los que le aman para que aquí en la tierra cumplamos su propósito, nos ha dado vida en abundancia por medio de su Santo Espíritu que habita en nosotros,  manifestando sus frutos de fe, amor, paz, gozo, humildad, mansedumbre, templanza, paciencia. Esa vida fluye en  un corazón rendido y arrepentido. Además nos da discernimiento y sabiduría para tomar la decisiones correctas que nos llevan a la prosperidad de nuestra alma, cuerpo, salud, familia y de lo material que necesitamos para vivir en este mundo, Cuando reconocemos que no somos nada por sí solos, es cuando empezamos a vivir. Todas las cosas fueron sometidas a Jesús,  en la cruz de el Calvario pagó el precio que nosotros no podíamos pagar, solo con su Sangre Santa podía vencer a Satanás y le quitó los derechos que tenía sobre cada uno de nosotros.

“ Cristo mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre la cruz, para que nosotros muramos al pecado y vivamos una vida de rectitud. Cristo fue herido para que ustedes fueran sanados. (1 Pedro 2:24)

Por lo tanto busquemos a nuestro Señor con un corazón humilde y sincero, reconociendo nuestros pecados y nuestras debilidades, sin Él no somos absolutamente nada. Él nos ama y desea transformar completamente nuestras vidas y la de nuestras familias. nos quiere sanos y bendecidos en todas las áreas de nuestras vidas. Estamos viviendo tiempos muy peligrosos, Satanás anda como león rugiente matando, robando y destruyendo, pero en Jesús somos más que vencedores porque venció por nosotros, en Él tenemos vida, y vida en abundancia.

“Pero en todo esto salimos más que vencedores por medio de aquel que nos amó” (Romanos 8:37)




El Señor les bendiga!!