Todos los tiempos han sido difíciles para la humanidad, cada generación ha sufrido de diversas maneras. Desde la desobediencia de Adán y Eva, hasta el día de hoy se ha vivido todo tipo de circunstancias adversas, entre ellas; odio, envidia y egoísmo que han provocado guerras, hambres, persecuciones y catástrofes naturales que han ido cambiado al planeta.
En el transcurso de la historia, se han levantado hombres y mujeres malvados que han causado mucho daño a inocentes. Todo lo acontecido y lo que acontece en la actualidad es a causa de la desobediencia a Dios. El Señor nos creó para que disfrutáramos de esta tierra, viviéramos en comunión con Él, y en armonía entre todos nosotros, pero todos sabemos que al infringir la ley, somos culpables, tanto en las leyes humanas como en la ley de Dios.
Dios estableció leyes para que viviéramos en orden y en comunión con Él, para que fuéramos felices y plenos.
Satanás al desobedecer, entró el orgullo en él. Quiso ser igual a Dios, pero como no conoce el amor, no podia imitar la obras perfectas de Dios, que es todopoderoso, omnipresente, omnisciente, santo y perfecto. El enemigo ha odiado a Dios, y por esa razón ha tratado de destruir la obra perfecta de nuestro creador,
El ser humano al desobedecer, infringió la ley y se le dio derecho al enemigo para que actuara sobre este mundo, trayendo todo tipo de desgracia y dolor. Y desde entonces su trabajo es enviar dardos venenosos a nuestra mente, los cuales llegan como pensamientos, los cuales acariciamos hasta que los creemos y actuamos por impulso sin darnos cuenta que hemos sido engañados. Luego él nos acusa porque satanás se conoce la palabra de Dios más que la persona más santa, erudita o culta que ha pasado por este mundo, y ante la palabra de Dios somos culpables por haber desobedecido.
"Pues Dios amó tanto al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo aquel que cree en el no muera, sino que tenga vida eterna" (Juan 3:16)
Habíamos sido destituidos de la presencia del Padre, porque a pesar de que Él nos ama con ternura, su santidad no permite nada inmundo e impuro, y todos, sin importar que tan buena sea una persona, todos hemos sido culpables. Pero como Dios es la esencia del amor, envió a su hijo amado para que pagara el precio por nosotros, derramó su preciosa sangre en la cruz para redimirnos, su sangre preciosa, pura y santa, en la que no había contaminación.
De esa manera Jesús vence a Satanás, al derramar su Sangre por nosotros, el pagó el precio que nos tocaba a nosotros pagar, la muerte eterna, el infierno. Jesús resucitó altercer día y subió al cielo en victoria, es nuestro abogado que nos defiende cuando satanás nos acusa. ¡Es maravilloso e increíble tanto amor!
" El ladrón viene solamente para robar, matar y destruir; pero yo he venido paraque tengan vida, y para que la tengan en abundancia " (Juan 10: 10)
Satanás vino a robar, a matar y a destruir, tiene su séquito de demonios que los envía para que ataquen y destruyan a las naciones, las familias y a cada persona. Satanás no es omnipresente, omnipotente, ni omnisciente. No puede estar en todo lugar, no es todopoderoso, ni conoce nuestros pensamientos. Lo que él hace es atacar nuestra mente a través de demonios que están organizados en jerarquías y atacan según su objetivo.
En este momento el mundo se encuentra desconcertado, angustiado, impotente ante todo lo que se está viviendo, por todos lados hay dolor y tristeza.
La pandemia vino a cambiar el mundo, a traer luto a miles de familias, terremotospor todos lados, inundaciones, heladas, rumores de guerra, abortos, y todo tipo de libertinaje, la maldad avanza sin detenerse. los demonios están utilizando a personas que ha rechazado la presencia de Dios, han hecho al dinero y al poder su dios, y por esa razón actúan como que si el propósito es destruir completamente a la humanidad.
"Porque no estamos luchando contra gente de carne y hueso, sino contra malignas fuerzas espirituales del cielo, las cuales tienen autoridad y dominio sobre este mundo oscuro" (Efesios 12)
Esas malignas fuerzas espirituales están formados por principados, potestades, y huestes que están atacando a las naciones y a cada persona individualmente. Pero Jesús no nos dejó solo, Él venció a Satanás y a sus demonios, por lo tanto no podemos permitir que nos engañen, nos roben maten y destruyan, tenemos el poder de Dios dentro de nosotros, dejó su Santo Espíritu a aquellos que creyeran en Él, lo amaran y obedecieran"
¿ Acaso no saben ustedes que son templo de Dios, y que el Espíritu de Dios habita en ustedes? (1 Corintios 3:16)
Por tal razón nosotros debemos caminar en actitud victoriosa, Jesús nos libró del maligno, y el Espíritu Santo habita en nosotros.
¡Que más queremos! Si caminamos en derrota es porque no hemos entendido la verdadera identidad como hijos de Dios. Jesús ya hizo todo por nosotros, solamente hay un requisito, y es la fe. Si creemos, todo es posible, Jesús nos ha concedido poder a través de su amor, somos más que vencedores, porque Él venció por nosotros. Pero para poder activar la fe, debemos tener intimidad con el señor a través de la oración, amarlo, conocer su palabra y obedecerla, y dejarnos guiar por su Santo Espíritu "Pero si vivimos en la luz, así como Dios está en la luz, entonces hay unión entre nosotros, y la sangre de su Hijo Jesucristo nos libra de todo pecado " (Juan 1:7”) Jesús es la luz, irradiemos la luz en la oscuridad que nos rodea.
" Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor, sino de poder de poder, de amor, y buen juicio (2 Timoteo 1: 7.11)
Jesús nos libra del temor, y nos da la facultad de tener dominio sobre nosotros mismos, sino no nos controlamos y le damos cabida a la maldad, no puede estar Dios con nosotros. Para que obtengamos la libertad que se nos dio, y disfrutemos las promesas que están en su palabra, debemos arrepentirnos de nuestros pecados, ser valientes, fuertes en la fe, practicar el perdón, y sobre todo amarlo y amar nuestro prójimo. También debemos perdonar a nuestros enemigos, parece absurdo, pero cuando lo logramos, somos verdaderamente libres porque le hemos quitado el derecho legal a Satanás para que no siga manipulando nuestras vidas."
"Cristo nos dio la libertad para que seamos libres. Por lo tanto, manténganse ustedes firmes en esa libertad y no se sometan otra vez al yugo en la esclavitud" ( Galatas 5:1 )
¡Dios les bendiga!
Versión Dios habla hoy