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jueves, mayo 26, 2016

Identificando al enemigo

“Sean prudentes y manténganse despiertos, porque su enemigo el diablo, como un león rugiente, anda buscando a quien devorar”. (1 Pedro 5:8)

Es importantísimo en nuestra vida cristiana conocer a nuestro enemigo, el diablo. Muchos cristianos piensan que evitando hablar del diablo él no atacará, o que es una fábula inventada para asustar a los ignorantes. Pero la realidad es que el diablo es tan real, así como existe nuestro Dios. El diablo odia a Dios y a toda su creación y por esa razón está tratando de destruir a sus hijos y todo cuanto ÉL creó.

En este versículo, Pedro nos enseña que el diablo es nuestro enemigo. Anda desesperado buscando presas fáciles para devorar, por eso nos recomienda que seamos prudentes y estemos despiertos. Cuando Jesús envió a sus discípulos a anunciar su reino les advirtió de todos los ataques y persecuciones que iban a enfrentar, y les dijo: “¡Miren! Yo los envío a ustedes como ovejas en medio de lobos. Sean pues, astutos como serpientes, aunque también ingenuos como palomas”. (Mateo 10:16)

Ser cristiano no significa que debemos ser débiles, tontos o cobardes; al contrario, debemos revestirnos con el poder que Jesús nos ha dado. El Discernimiento es un don del Espíritu Santo que todo cristiano debe tener. Jesús nos dice en su palabra en Juan 14:14: “Yo haré cualquier cosa que en mi nombre ustedes me pidan.” Es necesario que le pidamos discernimiento, pues estamos viviendo tiempos de mucho engaño y falsedad. Pero también nos manda que seamos ingenuos como palomas. Las palomas son mansas y tranquilas, ser astuto y manso a la vez es una cualidad que solo los verdaderos hijos de Dios pueden tener, pues estamos llamados a la paz y al amor que son hermosos frutos del Espíritu Santo.

En 1 de Juan 5: 18, Juan nos muestra que el mundo es gobernado por Satanás “Sabemos que el que tiene a Dios como Padre, no peca, porque el Hijo de Dios lo cuida, y el maligno no lo toca. Sabemos que somos hijos de Dios y que el mundo entero está bajo el poder del maligno.”  El mundo le ha dado la espalda a Dios y se ha dejado seducir por todos los ofrecimientos del diablo. Todo lo que ofrece es pura ilusión, y el precio a pagar es el infierno.

 Jesús estuvo cuarenta días en ayuno y cuando sintió hambre, el diablo lo retó a que convirtiera una piedra en pan, tratando de hacerlo caer en la tentación para que no cumpliera con el mandato del Padre, que era dar su vida para salvarnos. El diablo pensaba que si Jesús flaqueaba, él tendría la victoria. Jesús lo hizo huir manteniéndose firme en la escritura, pues la Biblia es la palabra revelada de Dios, y en ella está el poder cuando la creemos y la aplicamos en nuestras vidas. “El diablo le dijo: Yo te daré todo este poder y la grandeza de estos países, porque yo lo he recibido, y se lo daré a quien quiera dárselo. Si te arrodillas y me adoras todo será tuyo. Jesús le contestó: La escritura dice: ´Adora al Señor tu Dios, y sírvele solo a él’ ”. (Lucas 4:6.8)

Tristemente, el diablo se ha apoderado del mundo. Todo lo que vemos y oímos día a día nos muestra que lo  que no pudo hacer con Jesús lo está haciendo con  aquellos que en su orgullo y prepotencia, al estar apartados de Dios, han cedido sus almas a cambio de poder, fama y dinero. Vemos como los gobernantes han perdido la visión de sacar adelante a sus países y se han dejado llevar por la ambición, cayendo en acciones corruptas y ridiculeces nunca antes vistas. El diablo siembra odio entre las naciones, pero los que los gobiernan se encuentran disfrutando su poder.

Todo lo que proviene del diablo es oscuro, siniestro y secreto. La mayoría de la humanidad se encuentra ignorante e indiferente a sus artimañas. No se imaginan que hay sociedades secretas que han sido inducidas por Satanás a controlar las mentes débiles y desprotegidas del poder de Dios. Satanás ha enviado a sus demonios a introducirse sutilmente en todos los medios que el ser humano se desenvuelve. Si analizamos profundamente nos daremos cuenta que tiene el control en la política, en la música, medios de comunicación, la tecnología, todo con el fin de destruir la mente de los niños, los jóvenes y adultos. Destruir la familia, la sociedad, y todos los valores morales para llevar a la humanidad al desenfreno. Vemos que la televisión y el internet tienen muy poco que ofrecer, pues lo que nuestros niños y jóvenes están recibiendo es una gran cantidad de antivalores, desde los dibujos animados, series, novelas y películas. Todo parece estar enfocado en que el homosexualismo, el adulterio, pornografía,  ostentación, corrupción, la droga, el alcohol y otros vicios sean aceptados con mente abierta y evolucionada, según los que promueven estos pecados que ofenden a Dios.

También se ha introducido en la religión. Falsas religiones se ha levantado por el mundo entero, adorando otros dioses. El primer mandamiento que Dios le dio a Moisés fue: “No tengas otros dioses aparte de mí” (Éxodo 20:3). Satanás en su afán de engañar y desviar la adoración al único Dios vivo, ha inventado religiones absurdas y demoníacas. Pero lo más grave es cuando en los hijos de Dios se ha introducido el espíritu de la religiosidad. Es un espíritu que hace creer que si se cumple con ciertos rituales, la asistencia a la iglesia o rezar determinadas oraciones, se está cumpliendo con Dios, sin darse cuenta de que mientras se está en esa pasividad espiritual, él se encuentra tomando el control de esas vidas, trayendo desánimo, conformismo, enfermedad, depresión, etc.  Si no conocemos el poder que se nos ha dado a través  el Espíritu Santo, y si desconocemos el poder de su palabra, seremos presas fáciles.

“Porque va a llegar el tiempo en que le gente no soportará la sana enseñanza, más bien, según sus propios caprichos, se buscaran un montón de maestros que sólo les enseñen lo que ellos quieren oír” (2 Timoteo 4:3.) ¡Esos tiempos ya llegaron!  Se han levantado muchos falsos maestros y profetas que se han encargado de torcer la Biblia a su conveniencia, predicando un evangelio de prosperidad basado en la ambición y la falsedad. Las iglesias de estos pastores se encuentran llenas de gente que quiere escuchar un mensaje  motivacional y  lleno de positivismo, pero que está lejos del arrepentimiento y la conversión y que Jesús realmente sea su Señor. Satanás se ha disfrazado y ha hecho creer que ciertas manifestaciones son del Espíritu Santo, pero sólo aquellos que amen al Señor con un corazón sincero podrán discernir y desenmascarar al engañador.

“Entren por la puerta angosta. Porque la puerta y el camino que llevan a la perdición son anchos y espaciosos, y muchos entran por ellos; pero la puerta y el camino que llevan a la vida son angosto y difíciles, y pocos la encuentran” (Mateo 7:13).


¡Bendiciones!


Nota: Versículos tomados de La Biblia versión “Dios habla hoy”