“Sean prudentes y
manténganse despiertos, porque su enemigo el diablo, como un león rugiente,
anda buscando a quien devorar”. (1 Pedro 5:8)
Es
importantísimo en nuestra vida cristiana conocer a nuestro enemigo, el diablo.
Muchos cristianos piensan que evitando hablar del diablo él no atacará, o que
es una fábula inventada para asustar a los ignorantes. Pero la realidad es que
el diablo es tan real, así como existe nuestro Dios. El diablo odia a Dios y a
toda su creación y por esa razón está tratando de destruir a sus hijos y todo
cuanto ÉL creó.
En
este versículo, Pedro nos enseña que el diablo es nuestro enemigo. Anda
desesperado buscando presas fáciles para devorar, por eso nos recomienda que
seamos prudentes y estemos despiertos. Cuando Jesús envió a sus discípulos a
anunciar su reino les advirtió de todos los ataques y persecuciones que iban a
enfrentar, y les dijo: “¡Miren! Yo los
envío a ustedes como ovejas en medio de lobos. Sean pues, astutos como
serpientes, aunque también ingenuos como palomas”. (Mateo 10:16)
Ser
cristiano no significa que debemos ser débiles, tontos o cobardes; al contrario,
debemos revestirnos con el poder que Jesús nos ha dado. El Discernimiento es un
don del Espíritu Santo que todo cristiano debe tener. Jesús nos dice en su
palabra en Juan 14:14: “Yo haré cualquier
cosa que en mi nombre ustedes me pidan.” Es necesario que le pidamos
discernimiento, pues estamos viviendo tiempos de mucho engaño y falsedad. Pero
también nos manda que seamos ingenuos como palomas. Las palomas son mansas y
tranquilas, ser astuto y manso a la vez es una cualidad que solo los verdaderos
hijos de Dios pueden tener, pues estamos llamados a la paz y al amor que son
hermosos frutos del Espíritu Santo.
En
1 de Juan 5: 18, Juan nos muestra que el mundo es gobernado por Satanás “Sabemos que el que tiene a Dios como Padre,
no peca, porque el Hijo de Dios lo cuida, y el maligno no lo toca. Sabemos que
somos hijos de Dios y que el mundo entero está bajo el poder del maligno.” El mundo le ha dado la espalda a Dios y se ha
dejado seducir por todos los ofrecimientos del diablo. Todo lo que ofrece es
pura ilusión, y el precio a pagar es el infierno.
Jesús estuvo cuarenta días en ayuno y cuando
sintió hambre, el diablo lo retó a que convirtiera una piedra en pan, tratando
de hacerlo caer en la tentación para que no cumpliera con el mandato del Padre,
que era dar su vida para salvarnos. El diablo pensaba que si Jesús flaqueaba,
él tendría la victoria. Jesús lo hizo huir manteniéndose firme en la escritura,
pues la Biblia es la palabra revelada de Dios, y en ella está el poder cuando
la creemos y la aplicamos en nuestras vidas. “El diablo le dijo: —Yo
te daré todo este poder y la grandeza de estos países, porque yo lo he
recibido, y se lo daré a quien quiera dárselo. Si te arrodillas y me adoras
todo será tuyo. Jesús le contestó: —La escritura dice: ´Adora al Señor tu Dios, y sírvele solo
a él’ ”. (Lucas 4:6.8)
Tristemente,
el diablo se ha apoderado del mundo. Todo lo que vemos y oímos día a día nos
muestra que lo que no pudo hacer con
Jesús lo está haciendo con aquellos que
en su orgullo y prepotencia, al estar apartados de Dios, han cedido sus almas a
cambio de poder, fama y dinero. Vemos como los gobernantes han perdido la
visión de sacar adelante a sus países y se han dejado llevar por la ambición,
cayendo en acciones corruptas y ridiculeces nunca antes vistas. El diablo
siembra odio entre las naciones, pero los que los gobiernan se encuentran
disfrutando su poder.
Todo
lo que proviene del diablo es oscuro, siniestro y secreto. La mayoría de la
humanidad se encuentra ignorante e indiferente a sus artimañas. No se imaginan
que hay sociedades secretas que han sido inducidas por Satanás a controlar las
mentes débiles y desprotegidas del poder de Dios. Satanás ha enviado a sus
demonios a introducirse sutilmente en todos los medios que el ser humano se
desenvuelve. Si analizamos profundamente nos daremos cuenta que tiene el
control en la política, en la música, medios de comunicación, la tecnología,
todo con el fin de destruir la mente de los niños, los jóvenes y adultos.
Destruir la familia, la sociedad, y todos los valores morales para llevar a la
humanidad al desenfreno. Vemos que la televisión y el internet tienen muy poco
que ofrecer, pues lo que nuestros niños y jóvenes están recibiendo es una gran
cantidad de antivalores, desde los dibujos animados, series, novelas y
películas. Todo parece estar enfocado en que el homosexualismo, el adulterio,
pornografía, ostentación, corrupción, la
droga, el alcohol y otros vicios sean aceptados con mente
abierta y evolucionada, según los que promueven estos pecados que ofenden a
Dios.
También
se ha introducido en la religión. Falsas religiones se ha levantado por el
mundo entero, adorando otros dioses. El primer mandamiento que Dios le dio a
Moisés fue: “No tengas otros dioses
aparte de mí” (Éxodo 20:3). Satanás en su afán de engañar y desviar la
adoración al único Dios vivo, ha inventado religiones absurdas y demoníacas.
Pero lo más grave es cuando en los hijos de Dios se ha introducido el espíritu
de la religiosidad. Es un espíritu que hace creer que si se cumple con ciertos rituales,
la asistencia a la iglesia o rezar determinadas oraciones, se está cumpliendo
con Dios, sin darse cuenta de que mientras se está en esa pasividad espiritual,
él se encuentra tomando el control de esas vidas, trayendo desánimo, conformismo,
enfermedad, depresión, etc. Si no conocemos
el poder que se nos ha dado a través el
Espíritu Santo, y si desconocemos el poder de su palabra, seremos presas
fáciles.
“Porque va a llegar el
tiempo en que le gente no soportará la sana enseñanza, más bien, según sus
propios caprichos, se buscaran un montón de maestros que sólo les enseñen lo
que ellos quieren oír” (2 Timoteo 4:3.) ¡Esos
tiempos ya llegaron! Se han levantado
muchos falsos maestros y profetas que se han encargado de torcer la Biblia a su
conveniencia, predicando un evangelio de prosperidad basado en la ambición y la
falsedad. Las iglesias de estos pastores se encuentran llenas de gente que
quiere escuchar un mensaje motivacional
y lleno de positivismo, pero que está
lejos del arrepentimiento y la conversión y que Jesús realmente sea su Señor.
Satanás se ha disfrazado y ha hecho creer que ciertas manifestaciones son del
Espíritu Santo, pero sólo aquellos que amen al Señor con un corazón sincero
podrán discernir y desenmascarar al engañador.
“Entren por la puerta
angosta. Porque la puerta y el camino que llevan a la perdición son anchos y
espaciosos, y muchos entran por ellos; pero la puerta y el camino que llevan a
la vida son angosto y difíciles, y pocos la encuentran” (Mateo 7:13).
¡Bendiciones!
Nota: Versículos tomados de La Biblia versión “Dios habla hoy”